quIeRo bOrrAr mI rAsTrO...

9/08/2005

Un aire pesado, muy pesado, la atemorizante obscuridad cubría gran parte de la zona y solamente una luz tenue que brindaba la luna alumbraba un espacio de unos 3 metros donde estabamos de pie, esperando a que llegara alguien que pudiera rescatarnos. Pasarón más de dos horas, tan lentamente que cada minuto se sentia como una descarga de tiempo infinito y adrenalina; la piel eriza, los sentidos agudizandose con el mínimo movimiento que se escuchara entre la maleza, el frío que calaba los huesos y hacia que titiritara sin parar, la sombra que cada vez crecia más y más sobre nuestras cabezas por las nubes grises y rechoncas que se iban juntando a cada minuto que pasaba. El tiempo siguió su marcha sin detenerse ni un momento a que respiraramos una bocanada de ese aire tan frio como el que sale del congelador cuando lo abres, cerré los ojos y me senté en la hierba frágil, que tronaba estrepitozamente y esperé. Cada vez escuchaba mas lejana la voz chillante y ancestral de las personas que me acompañaban, hasta llegar al punto en el que solo escuchaba el rápido latir de mi corazón y el jadeo cada vez mas ahogado de mis pulmones, por mi espina corria un frio indescriptible que me levantó rapidamente y al voltear me vi solo, en medio de la obscuridad inmensa, como los arboles que me rodeaban en ese bosque desgraciado, firmes, majestuosos, llenos de ramas y follaje pero solos; comencé a voltear y a desesperarme pues staba solo, siempre lo estube. Nuna hubó nadie a mi lado, ahora no sabía que hacer, como salir de ese lugar si no habian pasado mas de dos horas y faltaban 8 para que empezara a clarear. El moverme de ahí un metro significaría más tiempo de busqueda y así jamás me encontrarían, entre el silencio que en momentos me daban mis pensamientos escuché un sonido, un tanto ensordecedor y a la vez profundo como la noche obscura, una serie de luces de colores iluminaron el firmamento y encandilaban mis ojos; rojo, azul,morado,amarillo,verde,blanco, todos una y otra vez hasta que rendido por tanta luz me deje caer, no recuerdo más, desperté en una sala de hospital a lado de mi madre que lloraba desconsolada y de un doctor que me examinaba con una lucecita casi imperceptible, cuando me vi estaba igual que antes, que al principio sin embargo no me movia y solo escuchaba y veia, queria hablar pero no podia, un nudo en la garganta se amarraba fuertemente impidiendome transmitir cualquier sonido y pareciera que se amarraba con mi corazón por que un dolor intenso, incesante y radial llenaba mi pecho; no se cuanto tiempo pasó que de pronto el “beep, beep” del reloj sonó y una canción que no recuerdo se escuchó, el reloj marcaba las 730am, era hora de levantarse y seguir con la vida en el mundo real.


gRaCIaZ tOTaLeZ!!!

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